El Presidente Sánchez y el vicepresidente Iglesias
Carlos Julio Báez Evertsz
Del bipartidismo al gobierno de coalición
El gobierno español está formado por una coalición política del PSOE y el partido más a su izquierda, Unidas Podemos- UP (quien a su vez es una alianza entre Podemos e Izquierda Unida), ya que el grupo Anticapitalistas abandonó la alianza para tener las manos libres, ya que consideraba que no debía “mancharse las manos” en una alianza con el PSOE, al ser parte del denominado por ellos “régimen del 78”.Aunque el dirigente de ese grupo, que es eurodiputado, continúa en su puesto formando parte del grupo de parlamentarios de UP en el Parlamento Europeo, (PE).
En el PSOE ha habido un sector que rechazó también el acuerdo de coalición. Muchos de los que apoyaban en las primarias a la candidata Susana Díaz contra Pedro Sánchez han estado contra esa alianza política. Y evidentemente buena parte de los notables del partido: Felipe González, Alfonso Guerra, muchos ex ministros y algunos barones territoriales, mostraron públicamente su repulsa.
Pero no se trata sólo de una reacción- nostálgica- ante el nuevo panorama político electoral español, que ha puesto fin al bipartidismo entre el PSOE y el PP. El bipartidismo es algo muy satisfactorio y hasta cómodo. Los votantes optan entre el partido viable de izquierda o de derecha. Todo lo demás parece que conduce a perder la utilidad del voto.
Ello crea una cultura política poco permeable a las negociaciones, a ceder espacios o lo que más importa, curules y cargos. Si faltan unos apoyos parlamentarios para la mayoría se acude a algún partido bisagra a cambio de ceder algo que no condicione la política que se quiere realizar. Era el mejor de los mundos para los dos partidos dominantes. Roto el bipartidismo, la política se hace más compleja y el arte de negociar se convierte en esencial para poder gobernar.
Y entonces llegó Podemos y todo cambió
Todo ello cambió cuando irrumpió en la escena política Podemos, obteniendo un número de votos y diputados que impedía que el PSOE fuera la única opción viable en la izquierda y el “centro izquierda”. Al poco tiempo, el éxito de Podemos, condujo a que los sectores corporativos financiaran a un partido de ámbito regional, fundado por un joven que inició su carrera política posando desnudo en un cartel electoral y que en las elecciones europeas había recibido financiación de un grupo de presión europea derechista Libertas: se trataba de Ciudadanos. (1)
Este partido dio el salto de ser un partido de base regional (Cataluña) al ámbito estatal. Hizo de la unidad de España, el anti-catalanismo y el anti-nacionalismo en general (no así el llamado nacionalismo español), su seña de identidad y del liberalismo económico su credo fundamental. Según los momentos políticos se autodefinió como “socialdemócrata”, centrista, liberal, constitucionalista (como si los otros partidos a su izquierda estuvieran fuera de la Constitución). Tuvo su momento de auge político electoral e incluso se llegó a un acuerdo escrito con el PSOE para gobernar en base a un programa de 200 puntos que no logró su objetivo. En febrero de 2016 en el Parlamento Pedro Sánchez y el Cs no lograron obtener una mayoría.
Se convocaron nuevas elecciones en junio de 2016 y el PSOE obtuvo su mínimo histórico en la etapa pos-franco, solo 84 diputados. Si hubiera habido una alianza PSOE-Cs-Podemos se podía formar gobierno pero ni Cs ni Podemos se aceptaban como aliados conjuntos. El Cs prefirió aliarse con el PP. Sánchez, en contra de parte importante de los notables del PSOE que querían una alianza con el PP o al menos, abstenerse para dejarles gobernar, expresó que votaría en contra de Rajoy. Se produce una ola de renuncias en el Comité Ejecutivo y Pedro Sánchez abandona la secretaría general y su acta de diputado.
Rajoy es investido Presidente con los votos del PP y Cs y la abstención del PSOE, salvo unos pocos diputados fieles a Sánchez que votaron no. Alberto Rivera de Ciudadanos, Cs, se hizo la ilusión de que sustituiría a Rajoy como Presidente del gobierno en la próxima convocatoria electoral.
Moción de censura
Pedro Sánchez, en el interim había ganado las primarias de su partido y fue elegido de nuevo como secretario general del PSOE. En mayo de 2018, como consecuencia de que los tribunales dictaron una sentencia sobre un montaje corrupto de financiación del PP y de enriquecimiento de numerosos dirigentes políticos de ese partido (caso Gurtel). El PSOE presentó una moción de censura a Rajoy con Pedro Sánchez, como candidato a la Presidencia del Gobierno y la ganó.
Mariano Rajoy decidió retirarse de la política y en el Congreso del Partido Popular (PP) salió elegido no la vicepresidenta con Rajoy, la abogado del Estado (un cuerpo de funcionarios de prestigio), Soraya Santamaría sino un joven del ala más derechista Pablo Casado, sin ninguna experiencia gubernamental ni administrativa. Con una oratoria muy combativa pero sin la fundamentación intelectual y profesional de las primeras figuras de la derecha española durante el período democrático. Es el dirigente máximo del PP con menos atributos profesionales e intelectuales que se conoce,
El ejemplo de Podemos también tuvo su reflejo en la derecha. Despertó las ambiciones postergadas de militantes de la extrema derecha que muchos de ellos ya estaban militando en el PP. Así resurgió como partido VOX, que ya existía como una sigla pero sin tirón electoral. Los nuevos dirigentes venían del PP y estaban dispuestos a no hacer concesiones en sus “principios” reaccionarios. Llamaron al PP, la derecha cobarde. Y se dispusieron a dar la batalla electoral con candidaturas propias.
En febrero de 2019 el PSOE presentó la Ley de Presupuestos Generales del Estado pero fue rechazada con los votos del PP, Cs, los independentistas catalanes de derecha y centro izquierda y otros diputados de grupos minoritarios. Sánchez disolvió el Parlamento y convocó elecciones para el 28 de abril de ese año.
Elecciones generales de abril 2019
En las elecciones generales de 28 de abril de 2019, las derechas fueron desunidas. La tríada derechista formada por el PP, Ciudadanos y VOX fueron con sus listas y aunque mantuvieron – repartidos entre los tres partidos de la derecha- aproximadamente el mismo número total de votos que anteriormente, tampoco pudieron formar gobierno al no tener la mayoría en el parlamento.
El PSOE ganó en 15 de las 17 Comunidades Autónomas (división político-regional), obtuvo mayoría simple en el Parlamento y mayoría absoluta en el Senado. PSOE, 123 diputados. PP,66. Cs,57.UPodemos, 42. VOX,24. ERC,15. PNV, 6. (2)
Sánchez no logró la investidura al negarse PP y Cs a abstenerse y porque Unidas Podemos, UP, se negó a darle el voto a Sánchez, porque exigía formar un gobierno de coalición. El PSOE se negó. Hubo que convocar nuevas elecciones. El titular predominante de primera plana fue: “UP tumba la investidura de Sánchez”.
Elecciones generales de noviembre 2019
Se convocaron elecciones generales para el 10 de noviembre de 2019. En dichas elecciones el PSOE perdió tres diputados pero fue el partido más votado, aunque perdió en siete Comunidades Autónomas, perdiendo cinco de las quince que había tenido tres meses antes. Unidas-Podemos perdió siete diputados. Cs perdió 47 diputados y toda su fuerza y credibilidad tanto parlamentaria como en la escena política. Su líder Alberto Rivera renunciaría poco después. (3)
Para la izquierda las elecciones mostraron a sus dirigentes que los votantes estaban hartos de su negativa a unirse para gobernar. Les habían debilitado en diputados pero aún así con el apoyo de los votos de diversos grupos minoritarios vascos, navarros, catalanes, de Teruel y de Canarias, era posible formar gobierno. Lección aprendida: mostrando inteligencia y agilidad política, Pedro Sánchez enseguida llamó a Pablo Iglesias y le propuso formar un gobierno de coalición entre el PSOE y UP. Desde el 12 de enero de 2020 hasta hoy, es el gobierno de España. Una coalición progresista, en la cual UP tiene un vicepresidente segundo y cuatro ministros: Trabajo, Igualdad, Consumo y Universidades.
Este es el primer gobierno de coalición desde el pos-franquismo. Es también un gobierno paritario, con igual número mujeres y hombres ministros como lo fue ya el segundo gobierno del presidente Zapatero.
La pandemia en España
La pandemia del coronavirus llegó a España a finales de enero, después de haber llegado a Italia. De manera que el modo de abordar el Covid-19 allí brindaba un cúmulo de experiencias para ser aplicado en un país del mismo entorno geopolítico. Ya que siempre se expone que el caso Chino es muy diferente para tratar de ser imitado.
Durante los años de gobierno del PP ha habido una disminución del gasto en salud y en cubrir puestos necesarios tanto de médicos como de enfermeras, auxiliares y celadores en los hospitales. En Madrid –gobernado desde hace mas de 30 años por el PP-se calcula que los puestos no cubiertos eran más de 2000 según las asociaciones dedicadas a temas de Salud.
Unido a ello se ha tratado de privatizar parte de la sanidad pública y frente a la resistencia encontrada-las mareas de sanitarios protestando en las calles-, lo que se ha hecho es privatizar la gestión de muchos hospitales. Todo esto no se hace para mejorar la gestión sino con fines de favorecer el lucro de algunas compañías de servicios. Esto se ilustra con el caso del señor Güemes un ex consejero de Salud de la CAM que dejó su cargo para pasar, tiempo después, a desempeñar un puesto en un consejo de administración de una de las compañías beneficiadas por la externalización de servicios sanitarios. (4)
También en Cataluña, los nacionalistas de Convergencia de Cataluña y ahora independentistas, que cambiaron el nombre del partido por JxCat, han descuidado las inversiones en Sanidad. Eran muy eficaces cobrando un 3% de los contratos de obras y servicios concedidos por la Generalitat, para los bolsillos del tradicional dirigente del partido Jordi Pujol y su familia (una fortuna estimada en 290 millones de euros robados a los catalanes y al resto de los españoles). Algunos independentistas catalanes gritan “España nos roba”-porque como región rica aporta una parte de sus rentas fiscales para el resto de regiones españolas, como también hace Madrid-, pero callan que el ladrón de verdad está dentro y era su jefe político: la familia Pujol.(5)
Es decir, las derechas españolas hasta el momento no han tenido un especial interés por la Sanidad Pública, pero gracias a que los políticos se alimentan de votos, no han podido privatizarla como hubiera sido su deseo y su interés lucrativo. Si lo hubiesen hecho los ciudadanos los hubieran echado del poder. Y como dijo aquél: ¡París, bien vale una misa!
El gobierno y la gestión del Covid-19
Pese a todo ello, la sanidad pública española es muy mejorable pero no es deficiente, aunque no se encontraba en su mejor momento cuando llegó el Covid-19. Siempre se puede criticar al actual gobierno (sólo tres meses desde su toma de posesión), el que no hubiese contratado, desde que se dieron los primeros casos en Italia, partidas millonarias de mascarillas, batas, máquinas respiradoras, pruebas rápidas del virus, e incluso, si se quiere ser híper exigentes, hasta se puede criticar que no se hubiera doblado el monto destinado para la investigación en preparación de una vacuna desde que se dieron los casos en China.
Ahora bien, sin llegar a ese criticismo –fácil en cuanto es a posteriori-, lo que goza de mucha aprobación pública en los sondeos es que el gobierno se esfuerza por hacerlo lo mejor posible, pese a la escasez mundial de medios para atender a la demanda creada por todas las necesidades de la pandemia y, que la oposición de derechas lo está haciendo muy mal con su criticidad nociva y su falta de empatía con la situación que vive el pueblo español.
Ni siquiera en tiempos como éstos, que invitan a poner el todo por encima de las partes, esta derecha hispánica abandona su politiquería, si ellos no están en el Gobierno, están en Cruzada permanente sin parar mientes en cual sea la situación. Obvio, con algunas excepciones de políticos con sentido común y de Estado. Simplemente no pueden resignarse a estar bajo la sombra del poder político de la izquierda, ya que es harto evidente que detentan el poder económico.
Más Estado no más mercado
Por todo ello, es casi imposible hacer una especie de pactos entre los partidos para tratar de afrontar el sombrío futuro inmediato, porque lo que exige y sobre todo, lo que va a exigir la Gran Recesión que seguirá a la pandemia, son políticas públicas centradas en los servicios sanitarios, los servicios sociales y apoyo sostenido a toda la gente que va a sufrir por pérdida de sus empleos, sea temporalmente o sea por paro de larga duración.
El Estado tendrá que proveer ayudas a los autónomos para que puedan volver a levantar sus minis o pequeñas empresas y sobre todo, se va a requerir la acentuación de las regulaciones económicas y financieras y, en cuanto sea posible, un incremento de los impuestos sobre beneficios extras de sociedades y sobre las rentas de las personas físicas a partir de determinados niveles de ingresos (como ocurre en países europeos como Bélgica, Alemania, Francia, Holanda, los países Nórdicos e incluso hasta en el Reino Unido). PP, Ciudadanos (Cs) y obvio, tampoco VOX, comulgan con esas políticas públicas y fiscales.
No se trata de nada extraño, no se trata de influencias “Podemitas”, ni de “comunismo”, se trata de que si España quiere estar en Europa y vivir como en Europa, o mejor -por el clima y sistema de relaciones sociales del Sur de Europa-, tenemos que tener un tejido social menos desigual y que favorezca la mayor igualdad de oportunidades posible para todos.
Por ende, tener mejores servicios sociales requiere tener un sistema fiscal más cercano al de los países de nuestro entorno más avanzados. Solo así daremos pasos adelante en materia de igualdad, de libertad real y de solidaridad social. No se trata de tener más dinero en el bolsillo sino más servicios públicos y sociales eficientes: mejores guarderías infantiles, escuelas públicas, universidades, residencias de ancianos y servicios de Salud de prevención, atención primaria, clínica-quirúrgica y más dotación para la investigación, el desarrollo y la innovación.
La meta en España no es querer ser como Hong Kong –como propone Milton Friedman, el gran gurú económico de los liberales y los neoliberales, como modelo en materia económica y de relaciones laborales -, sino ser como Suecia, Dinamarca, Alemania. Sociedades igualitarias, de prosperidad generalizada y una gran red de servicios sociales. Nada menos.
Torrelodones, 11 de abril de 2020
Notas
1. https://www.publico.es/politica/contratistas-militares-eeuu-financiaron-2009.html
2. (https://www.lavanguardia.com/elecciones/elecciones-generales-2019
3..(https://www.lavanguardia.com/elecciones/elecciones-generales-noviembre-2019)
En enero de 2013 la Unión Temporal de Empresas, empresa a la que Güemes adjudicó siendo consejero los análisis clínicos de 6 hospitales de la Comunidad de Madrid, fue comprada por Unilabs, empresa integrada en el grupo Capio, de la que Güemes participaba dentro del consejo de administración. Dimitió del consejo de administración de Unilabs en 2013. En junio de ese año, un Juzgado de Madrid admitió a trámite una querella presentada contra Güemes y otras ocho personas, acusadas de cometer irregularidades durante la privatización de la gestión sanitaria. En octubre de 2013 fue imputado también por delitos de cohecho y prevaricación. Una muestra al canto de los intereses pecuniarios que están detrás del discurso de la privatización de servicios públicos, incluida la Sanidad. Se trata claramente de lucro puro y duro. El significado y el significante están claros, privatizar es para lucrarse.(El Plural, 23/6/2013, El País, 11/1/2013)
Según la policía, la familia Pujol-Ferrusola ha recibido plusvalías ilícitas “de forma sistemática y recurrente” provenientes “de prácticas corruptas”. Así, se estima, que el total del dinero amasado sería de 290 millones de euros, si bien se admite que esta valoración puede tener errores por los efectos de la inflación y el cambio de las divisas. (La Vanguardia, (16/08/2019)